La excedencia laboral es una decisión que toma el trabajador por la que cesa su relación profesional con la empresa para dedicarse a otras actividades o incluso puede trabajar en otra empresa, si lo desea. Existen dos tipos de excedencias que varían según la finalidad de cada una de ellas, es decir, de a qué se vaya a dedicar el trabajador en el transcurso de estas. Hoy dedicamos el post a analizar cada una de ellas, tanto los tipos como los requisitos que existen.
Excedencia voluntaria
Es la más común y se produce por decisión propia del trabajador. En este caso podemos distinguir varios tipos:
- Para el cuidado de los hijos. La excedencia voluntaria de este escenario se concede para el cuidado de los hijos ya sea por nacimiento o adopción. La duración máxima es de tres años y hasta el primer año se garantiza la recuperación del mismo puesto de trabajo, pero a partir de aquí, el trabajador podría acceder a la empresa en un puesto de categoría similar.
- Para el cuidado de un familiar. En esta situación el familiar debe ser hasta segundo grado. A diferencia del primer caso, para este tipo de excedencias el período máximo es de dos años y durante el primero la empresa podría reservar el puesto de trabajo al empleado.
- Por intereses personales. Existen muchos motivos por los que el trabajador decide solicitar una excedencia que no tienen que ver con el cuidado de otras personas. Puede ser, por ejemplo, para descansar o para dedicarse a cualquier otra tarea. El requisito principal para este tipo de excedencia laboral es contar con un año de antigüedad en la empresa y no haber disfrutado de otra excedencia en los cuatro años anteriores. La duración va desde los cuatro meses hasta los cinco años y en caso de que exista una vacante en la misma categoría el trabajador tiene derecho a ocuparla.
Excedencia forzosa
Este otro tipo de excedencia no es tan común y se produce cuando el trabajador es nombrado para cubrir un cargo público que le impida asistir a su puesto habitual. A diferencia del resto que hemos visto antes, en este caso la duración depende de la posición ocupada, se mantiene el puesto de trabajo y se computa a efectos de antigüedad.
Recuerda que la excedencia laboral es un derecho para todos los trabajadores, pero es importante que sepas bien cuándo solicitarla. Y tú, ¿alguna vez has disfrutado de una excedencia en tu puesto de trabajo? ¡Te leemos!