Si hay algo en lo que coinciden las grandes empresas internacionales es que la clave de la productividad no es trabajar más duro, sino hacerlo de la forma más eficiente. Generalmente, el índice de productividad de un país o de una compañía suele medirse en relación al Producto Interior Bruto (PIB) por hora trabajada y, aunque normalmente se considera un aspecto básico para analizar la economía de un sitio, también sirve para medir el rendimiento de otras actividades cotidianas en las que se quiere optimizar los resultados.
Por este motivo, hoy dedicaremos el artículo de nuestro blog a conocer de qué manera podemos mejorar la productividad en el trabajo, sin tener que invertir grandes cantidades de tiempo.
Existen una serie de pautas básicas que pueden ayudar a sobrellevar las tareas de una forma más liviana y resultan muy simples de aplicar a cualquier trabajo:
En primer lugar, prioriza las tareas. Para ello debes conocer cuáles son tus tareas principales y secundarias, para poder poner por delante lo más urgente y dejar para más tarde lo que corra menos urgencia.
Haz una lista. Aunque parezca algo muy simple, ayudará a recordar y realizar un seguimiento de las tareas a realizar. Si van sucediéndose nuevas tareas durante el día, anótalas en otra lista y ponte con ellas cuando debas, pero sin interrumpir las que ya estabas haciendo.
Empieza siempre por la tarea más rápida, es decir, ahorra tiempo. Haz primero lo que te vaya a resultar más sencillo para eliminar puntos de la lista de cosas que tienes que hacer. Te ayudará a relajarte y a quitar peso de la carga de trabajo.
Aprovecha tus horas más productivas para llevar a cabo las tareas más urgentes o importantes. Conoce cuales son tus tiempos más óptimos para poder ser más eficiente en esos momentos.
Aprende a delegar, siempre que sea posible. Uno no puede estar encargándose de todo y seguir siendo igual de productivo, o al menos, es muy complicado. Por ello, siempre que sea posible y que tengas un nivel de responsabilidad alto, trata de delegar tareas en algún compañero que pueda ayudarte.
Técnicas para mejorar la productividad
Existen varias técnicas, empleadas por los países con mejores tasas del mundo, que pueden ayudarte a aplicar estos consejos y a mejorar tu productividad laboral. Algunas de ellas son:
Técnica Pomodoro: incluye pausas de 5 a 10 minutos cada 25 o 50 minutos trabajados, incluyendo una más larga cuando hayan pasado 100 minutos.
Matriz de prioridades: determina cuatro tipos de tareas, de acuerdo con la urgencia y la importancia que puedan tener, para identificar las prioritarias de las secundarias, así como cuáles se pueden delegar y cuáles son desechables.
Método Sam Carpenter: te ayuda a descubrir cual es el horario en el que tienes un mayor rendimiento, es decir, tu horario biológico. En estas horas serás más eficiente que en el resto y es importante conocerlas para sacar el máximo partido a tu tiempo.