Primer Centenario del Ministerio de Trabajo (II)

El Ministerio de Trabajo en un principio se ha constituido con los organismos siguientes: el Instituto de Reformas Sociales; el Instituto Nacional de Previsión (INP); la Sección de Reformas Sociales del Ministerio de la Gobernación; el Negociado de Trabajo de la Dirección General de Comercio, Industria y Trabajo; el Consejo de Emigración y el Patronato de Ingenieros y obreros pensionados en el extranjero. Su primer Ministro de Trabajo fue Don Carlos Cañas, pero el verdadero continuador de a obra de Don Eduardo Dato, fue otro Eduardo, Don EDUARDO AUNOS PREZ, que como Don Eduardo Dato comenzó su vida política siendo nombrado Subsecretario, pero en este caso, del Ministerio e Trabajo , Comercio de Industria en el año 1.924, pero al año siguiente fue ascendido y se hizo cargo del Ministerio de Trabajo, desde donde inició una intensa obra socio-laboral y docente elaborando el primer Código de Trabajo, así como organizar los Comités Paritarios, compuesto empresarios y obreros para negociar acuerdos laborales y orientar la legislación social; los cuales fueron progresando y sustituidos por los Jurados Mixtos y éstos a su vez por las Magistraturas de Trabajo, las que también fueron sustituidas por los actuales Juzgados de lo Social.

Pero la obra más importante de Don Eduardo Aunós Pérez fue la creación de las Escuelas Sociales para la formación de Graduados Sociales, (Actualmente Escuelas Universitarias de Relaciones Laborales y Recursos Humanos), las cuales en un principio el Diploma de Graduado Social tenían la función de capacitar en materia socio-laboral a los funcionarios del propio Ministerio, incluso por Real Orden de 12 de agosto de 1.926 se creo un título superior, el de Graduado Social Superior, equivalente a una licenciatura para la formación en materia social a los altos cargos del Ministerio de Trabajo. Dichas Escuelas Sociales también se dedicaron a la formación de Graduados Sociales, como profesionales técnicos en materias laborales y de seguridad social, dedicados a prestar sus servios profesionales a las empresas, trabajadores, particulares y a la propia administración; para lo cual tienen que estar dados de alta como colegiados en los respectivos Colegios Oficiales de Graduados Sociales de ámbito provincial. También en el año 1.926 se inició un plan para la protección a las Familias Numerosas.

Don Eduardo Aunós continuo su obra social, creando en el año 1.927 el Seguro de Maternidad, consistente en reconcocer las prestaciones de asistencia médica gratuita durante el embarazo y parto, así como los servicios hospitalarios y farmacéuticos gratuitos, con matrona, y visitadora. A estas prestaciones tienen derecho tanto las mujeres trabajadoras, como las esposas e hijas de trabajadores asegurados. Las trabajadoras embarazadas que estuvieran aseguradas y que hubieran cotizado al seguro un mínimo de 180 días antes del embarazo, tenían el derecho a cobrar una prestación económica consistente en un subsidio del 50 % del salario que percibía la trabajadora beneficiaria durante un periodo de tiempo de seis meses.

Por todo ello es de justicia, que además de celebrar con toda la solemnidad posible el 1 º Centenario de la creación del Ministerio de Trabajo, se rinda homenaje a su fundador, que lo tiene muy merecido, a la persona que implantó en España la Justicia Social, el creador y pionero de los seguros sociales y la legislación laboral española y el fundador del centenario MINISTERIO DE TRABAJO; pero por lo menos reconocerle su gran obra social, dedicándole el homenaje que tiene muy merecido y que en justicia le corresponde y como mínimo colocar una placa conmemorativa de su nacimiento, ,en la casa de la calle Real n.º 11, de A Coruña, donde nació Don EDUARDO DATO IRADIER, un gran y excelente personaje, el cual permanece ignorado y olvidado por los coruñeses, por los gallegos en general, muchos españoles, y muy especialmente por los trabajadores españoles, los cuales tienen que estar eternamente agradecidos por poder disfrutar del bienestar social que les ha facilitado.

Artículo escrito por Por Angel Vázquez Rodríguez Presidente de Honor del Colegio de Graduados Sociales de A Coruña y Orense

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