El modelo de trabajo mixto: Hacia un nuevo panorama laboral

Con frases como “Me voy al trabajo”, muchos españoles empezaban su jornada cada día antes de la llegada del confinamiento. Una frase en la que la palabra “trabajo” se refiere al lugar donde se desempeña la actividad laboral. Nuestro concepto de trabajar ha estado siempre asociado a un espacio físico, una oficina, un centro de trabajo, porque hasta ahora, la modalidad presencial se había impuesto sobre las demás.

Sin embargo, nos encontramos en un momento de transformación que afecta a varios ámbitos, incluido el laboral. La pandemia del coronavirus ha sido la causa de que muchas empresas y negocios tuvieran que llevar a cabo una rápida adaptación al teletrabajo, entendido como aquel que se realiza sin acudir al lugar específico de trabajo, a través de medios tecnológicos y de telecomunicación.

Este nuevo panorama laboral también supone una aceleración en la digitalización de la empresa y del perfil de sus trabajadores. La incorporación de medios tecnológicos, la innovación y la mejora de las habilidades digitales serán aspectos clave para que las empresas puedan llevar a cabo sus actividades y estrategias.

Trabajo presencial y teletrabajo

Ya sea porque las empresas comienzan a concebir el teletrabajo como una opción más rentable, o porque es la mejor forma de garantizar la seguridad sanitaria de sus empleados; con la llegada de la nueva normalidad la mayoría de ellas ha decidido mantener, de forma total o parcial, esta modalidad. El sistema mixto que combina el trabajo presencial con el remoto ha sido el predominante en muchas empresas tras la crisis.

Esta opción también es la preferida por los trabajadores. Según de estudio del Grupo Adecco Resetting Normal: redefiniendo la nueva era del trabajo, el 77% de los encuestados considera que el modelo ideal de trabajo es aquel que combina el trabajo presencial con el teletrabajo.

El sistema mixto permite que tanto empresa como trabajadores puedan aprovechar las ventajas que ofrecen ambas modalidades. El trabajo presencial favorece las relaciones personales, tanto dentro de la empresa, como con los clientes; y el desarrollo de la identidad y valores culturales de la organización. Mientras que el teletrabajo supone un aumento de la productividad, la conciliación familiar y personal, puede ser un ahorro para la empresa y para el trabajador, mejora la digitalización y trae consigo mejoras medioambientales. Sin embargo, esta nueva modalidad también presenta algunas desventajas.

Derecho a la desconexión

Está claro que el teletrabajo, que apenas estaba presente en nuestro país hace unos meses, se ha convertido en una realidad que ha traído consigo un cambio en la percepción de esta modalidad. Ahora, se debe regular su implantación para que los derechos y obligaciones de los trabajadores y de la empresa puedan ser garantizados.

Uno de ello, es el derecho a la desconexión digital, regulado en el 2018, y por el que los empleados tienen derecho a no atender a la comunicación que reciban por medios digitales (teléfono, móvil, email, etc) una vez haya finalizado su horario laboral, aunque la empresa sí tenga derecho a enviar mensajes fuera de jornada. Ahora, las empresas deberán incorporar este derecho a sus políticas internas.

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