La prevención de riesgos laborales y la internacionalización de la empresa

La globalización es el nuevo marco al que las empresas han de hacer frente, y la movilidad internacional se ha planteado como una fórmula de competitividad para muchas de ellas.

Para que este reto sea exitoso es necesario establecer políticas que alineen los intereses de empresa y trabajador.

La prevención de riesgos laborales es un requisito irrenunciable en este proceso ya que disminuirá los costes de absentismo mejorando la productividad de la empresa. La identificación, evaluación y prevención de los riesgos de exposición de los trabajadores desplazados temporalmente al extranjero por empresas españolas son algunos de los aspectos a tener presente.

Los puntos básicos en la gestión preventiva previos al desplazamiento del trabajador son:

  • Análisis de la legislación en materia de prevención de riesgos laborales en el país de destino para determinar la existencia de requisitos complementarios a los españoles.
  • El riesgo de exposición a agentes biológicos puede suponer el contagio de enfermedades. La estrategia más efectiva de prevención primaria es la vacunación de los trabajadores desplazados.
  • Violencia en el país de destino y desarrollo de protocolos de seguridad en los desplazamientos a países con altos niveles de delitos violentos.
  • Condiciones sanitarias de la expatriación con elaboración de protocolo sanitario con indicaciones sobre el estado del agua y de los alimentos y la forma de consumo, así como la facilidad de acceso a la asistencia sanitaria.
  • Pautas de actuación en caso de fenómenos meteorológicos con alto riesgo para la integridad física del trabajador desplazado (terremotos, tornados, etc.).
  • La evaluación de los riesgos del puesto de trabajo deberá contener como mínimo, las funciones propias del mismo, la asistencia sanitaria y de vacunaciones del país de destino, los lugares de trabajo donde va a desarrollar la actividad ya sean propios o ajenos y los riesgos psicosociales, así como los asociados a posibles alteraciones de los ritmos circadianos (cambio de horario, ritmo de trabajo y dificultades de conciliación de vida laboral y familiar). Para conseguir disminuir los riesgos psicosociales ligados al desplazamiento se debe realizar un proceso eficaz de selección de personal con perfil adecuado para la expatriación, es decir, se analizará la predisposición del trabajador, la edad, la situación familiar, la experiencia laboral previa a nivel internacional, etc.
  • Se establecerá la preceptiva coordinación de actividades empresariales cuando se prevea por el trabajador desplazado una posible concurrencia de su actividad con otras empresas ajenas o la prestación de un servicio a una empresa cliente.
  • Programa de vigilancia de la salud para prevenir y reducir las posibles complicaciones médicas que pudieran tener lugar en el país de destino en relación a enfermedades que pueda contraer el trabajador.
  • Formación e información de los riesgos en su puesto de trabajo en el país de destino según los artículos 18 y 19 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Además de incluir los riesgos del puesto de trabajo en sí, se incluirán los riesgos específicos respecto a la violencia, seguridad vial (calidad de la red de carreteras del país, señalización y costumbres locales en la práctica de la conducción) y fenómenos meteorológicos.

Una vez esté el trabajador en el país de destino, es igual de importante seguir manteniendo las condiciones de protección de seguridad y salud, por lo que se prestará atención a los siguientes aspectos:

  • Realizar la vigilancia de la salud con la periodicidad establecida por el médico del trabajo según los riesgos de exposición y protocolos aplicados.
  • Mantenimiento y reciclaje de las obligaciones de formación e información sobre los riesgos presentes en el puesto de trabajo a través de formación on-line, videoconferencia o presenciales. El establecimiento de estos canales de comunicación con el trabajador desplazado servirán igualmente para reducir los riesgos psicosociales debido al cambio de hábitos y a la incertidumbre del proceso de las condiciones de expatriación.
  • Actualización de la identificación y evaluación de riesgos, así como de las medidas de prevención encaminadas a su reducción. Se informará de cualquier cambio o modificación relativa a equipos de trabajo, instalaciones, condiciones ambientales, etc.
  • Actualización de los riesgos de las empresas concurrentes o ubicación del lugar de trabajo para la preceptiva coordinación de actividades empresariales.

Por último, la repatriación es una fase igual de importante que el resto, dentro del proceso de desplazamiento de trabajadores al extranjero. El intercambio de información durante el proceso de regreso del trabajador desplazado al país de origen es fundamental en la alineación de las expectativas del mismo con la empresa provocando la disminución de probabilidades de riesgo psicosocial. Esto es así principalmente en los casos de estancias prolongadas, ya que se han podido producir grandes cambios durante su ausencia tanto en la empresa como en el entorno. Con respecto a la vigilancia de la salud, salvo si el médico lo requiere por limitaciones de salud temporales, existen peticiones del trabajador por síntomas como fiebre, diarrea continuada, etc. o va a estar expuesto a nuevos factores de riesgos en el lugar de trabajo de origen, no se requiere una actuación específica a partir del regreso del trabajador.

Contenido elaborado por Mutua Intercomarcal.

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