Enfrentarse a un despido no es fácil, y más cuando no se sabe cuáles son los trámites que hay que llevar a cabo si se considera que la decisión de los jefes no está justificada.
Cuando a un trabajador se le comunica un despido, al principio, se encuentra desorientado y desamparado, debido a que, muchas veces, no se suele conocer cómo se tiene que actuar frente dicha situación difícil y cuáles son los derechos ante el empresario que toma tal decisión.
Normalmente, esta desorientación se resuelve una vez que ha recibido el primer asesoramiento de un Graduado Social, pero hay situaciones en las que, a veces, ya no se está a tiempo de rectificar, sobre todo cuando existe un despido verbal, en este tipo de casos, es importante que el trabajador solicite que se le notifique el despido por escrito, para que quede constancia, pero también para tener claro a partir de cuándo empieza a transcurrir nuestro tiempo para impugnarlo.
A continuación se reúnen todos los pasos que hay que seguir si te vas a enfrentar a esta situación.
En primer lugar, hay que comprobar que la carta de despido que te han remitido. Una vez informados de nuestro despido, tendremos que localizar la modalidad de despido utilizada por el empresario, ya que si es un despido disciplinario o un despido objetivo, la formalidad administrativa en cada caso es distinta, es decir, si es un despido objetivo, la empresa está obligado a darte un preaviso de 15 días anteriores a la fecha prevista de la extinción del contrato y este tiempo no deja también de ayudar como margen de reacción. Por contrario, en caso de los despidos disciplinarios, este preaviso no existe.
Entregada la carta de despido, debemos comprobar que el contenido está todo correcto. Los elementos más esenciales son la fecha en la cual el despido es efectivo, la causa o causas que lo motivan y la indemnización que corresponde abonar al trabajador. Si falta alguno de estos datos en la carta, entonces habrá mayores motivos para impugnar el despido, por cuanto éste ha sido gestionado incumpliendo los requisitos legales exigidos a la empresa.
Si se quiere demandar a la empresa, se tiene un plazo de 20 días hábiles a partir del día siguiente al último trabajado para presentar una papeleta de conciliación en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación que corresponda. En el caso de que no se consiga llegar a un acuerdo durante el acto de conciliación, el trabajador podrá proceder a demandar a la organización ante el Juzgado de lo Social en los días que falten para cumplir los 20.
El día que se celebre el juicio, el trabajador podrá declarar que ha sufrido un despido improcedente, pero será la sentencia la que lo determine o, por el contrario, considere que se ha tratado de un despido procedente o nulo. Ésta se hará efectiva cuando pasen 20 días del periodo de cumplimiento voluntario por parte del empresario.
Respecto al salario, el trabajador tiene derecho a percibir un finiquito con las cantidades que no se han percibido en concepto de vacaciones y horas extras durante la relación laboral, entre otros pagos. Además, podrá solicitar la prestación por desempleo en el SEPE, en un plazo de 15 días tras el despido, con el único requisito de sumar un mínimo de 360 días cotizados sin consumir en los últimos 6 años.
Una vez que se tiene clara esta serie de trámites que hay que afrontar ante un despido laboral, debemos plantearnos el futuro profesional que queremos seguir y comenzar una búsqueda activa de empleo, optando por las empresas en las que estemos interesados.
Para todo lo mencionado anteriormente han de conocer los trabajadores, la existencia del Graduado Social como el profesional experto en la materia.