Pasamos muchas horas en el lugar de trabajo y, por ello, es imprescindible tener un buen ambiente con los compañeros. Sin embargo, el día a día y las tareas laborales pueden dar lugar a conflictos que, de no resolverlos a tiempo, pueden afectar a la motivación con la que asistimos a la oficina y, por consiguiente, a la concentración y la productividad.
En ocasiones se originan roces en el puesto de trabajo y, aunque no todos llegan a causar una discusión grave, pueden ir acumulando presión sobre la persona que no los resuelve en el momento, alterando su manera de trabajar. De hecho, uno de los que más se producen vienen dados por el hecho de no tener realmente clara cuál es la función de cada uno dentro de la empresa.
En el caso de que surja un problema en el que te veas implicado, es conveniente encontrar una solución lo antes posible. Por ello, es aconsejable seguir una serie de pautas para evitar que se agraven y se llegue a un acuerdo con el que ambas partes estén conformes.
Lo primero e imprescindible es detectar cuál es la causa que ha originado el problema. De esta forma, podrás exponer tu visión del conflicto con claridad, siempre manteniendo la calma. Así mismo, se deben escuchar los argumentos de los demás y no caer en insultos y ataques personales. Esto no significa que dejemos de lado nuestra opinión sobre el malentendido, sino que se trata de admitir que el otro tiene un punto de vista distinto que también es válido.
Por descontado, no debemos dar por supuestos los pensamientos y las ideas preconcebidas que tenemos de los demás. Si tenemos alguna cuestión más que aclarar, lo mejor es salir de dudas preguntando directamente. El objetivo es encontrar una solución a la traba que está provocando el enfrentamiento, por lo que las dos partes tienen que estar dispuestas a ceder en pro del bien común.
Si queremos impedir que estos pequeños malentendidos desemboquen en un problema mayor, es necesaria la comunicación y que el respeto prime entre todos los compañeros, a los que no debemos juzgar por sus acciones. De esta forma, conseguiremos tener un ambiente laboral estable y positivo, que invite a la colaboración.