Desde la cuarentena, cuando tuvimos que adaptar toda nuestra actividad diaria a las paredes de nuestro hogar, la urgencia de acelerar el proceso de la transformación tecnológica y la digitalización se ha vuelto aun más latente, a pesar de que esta transición empezó a desarrollarse hace décadas.
Hoy dedicamos el artículo de nuestro blog a hablar de la digitalización y nos centramos en conocer los cambios que va a suponer en nuestras dinámicas de trabajo y en las empresas.
La digitalización, como su mismo nombre indica, es la acción de digitalizar o convertir a digital un elemento físico, una señal analógica o un proceso determinado. Y, en el ámbito laboral, esta digitalización se ha reflejado especialmente en la aparición de nuevos perfiles laborales demandados por las empresas.
La elevada inversión que han llevado a cabo las compañías para desarrollar la transformación digital ha generado la necesidad de contar con perfiles más específicos y que estuvieran más especializados en ciertas áreas. De hecho, se calcula que en la actualidad existen más de 40 nuevas profesiones procedentes de la digitalización y que se encuentran entre las posiciones más demandadas.
Pero no solo los puestos de trabajo han cambiado, la necesidad de esta especialización ha llevado a las empresas a contratar nuevos servicios externos que sean capaces de cubrir las necesidades que han ido surgiendo, lo que se conoce como outsourcing, así como a la adaptación de sus procesos a modelos de trabajo hasta ahora muy poco empleados, como el remoto.
¿Cómo ha afectado a las empresas?
España es un país fundamentalmente compuesto por pymes y micropymes, así lo demuestran los registros de las empresas, según los cuales cerca del 90% de las compañías de nuestro país tienen menos de diez trabajadores. Por este motivo, es indispensable que todas ellas sean capaces de avanzar en el proceso de digitalización, tanto por su bien, como por el del tejido empresarial, ya que si no podrían acabar siendo un impedimento en el desarrollo económico del país.
Esto es debido a que los cambios en nuestro modo de vida se han visto traducidos en un auge del comercio online, que a su vez ha llevado a muchas empresas a prescindir de un espacio físico para poder dar total relevancia al negocio digital. Y es que los Marketplace y los portales online de venta han resultado claves para poder seguir ofreciendo los productos y servicios en aquellos momentos en los que se contaba con menos presencialidad.